a camera sitting on top of a puddle of water

La idea de vivir como si fuéramos a morir mañana nos conduce a actuar de un modo cortoplacista.

En la mayoría de aspectos importantes de la vida, hay que enfocarse en el largo plazo: en nuestras finanzas personales, nuestras inversiones, nuestros hábitos de salud, nuestros emprendimientos, etc.

La idea de que cualquier día podemos morir y que no podemos hacer nada por evitarlo es errónea. Es cierto que hay cosas que escapan a nuestro control, pero podemos tener más control sobre nuestra salud del que creemos.

Sé bien de lo que hablo, ya que por diferentes condicionamientos y experiencias vitales, he actuado de esa forma durante casi toda mi vida. Y te voy a hacer un spoiler: actuar así no te lleva a ningún sitio.

Sin embargo también he visto a otras personas estar enfocadas en sus objetivos a largo plazo, que han sacrificado cosas para alcanzar cosas mejores en un futuro, y esas personas con el tiempo, han logrado alcanzar más metas que yo.

Vivir siempre en el momento presente, sin preocuparte por el futuro, es como estar en una barca en mitad del mar, a merced de las olas y la corriente. Si vivimos de esta manera, nunca llegaremos a ningún puerto.

A menudo vemos a la gente justificar este tipo de comportamiento con frases como: ¿y si mañana voy al médico y me dice que me han visto algo malo? ¿Y si mañana me atropella un coche? ¿Y si mañana me cae un piano en la cabeza? Sobre los dos primeros supuestos tienes más control del que crees y el tercero es poco probable que suceda. Por eso, lo que tienes que hacer es conocer los pequeños hábitos que puedes llevar a cabo en tu día a día para que no suceda lo primero, hacerte responsable de tus acciones para que no suceda lo segundo, y aceptar que no tienes control sobre lo tercero estando tranquilo al mismo tiempo porque es muy poco probable que ocurra, y si ocurre, así es la vida. También puedes quedarte encerrado en tu casa para estar a salvo de los peligros y que tu casa salga ardiendo contigo dentro.

Es por ello que la forma correcta de afrontar la vida es: vivir en el presente, actuando con virtud y disfrutando de los regalos que nos da el día a día, tener unos hábitos que hagan muy probable que sigamos disfrutando de buena salud a largo plazo, teniendo proyectos a largo plazo y diciendo que no a ciertas cosas hoy para poder disfrutar de otras mejores mañana.

También es importante que tengas un propósito de vida (Ikigai, Flow).